Emmanuel Martonne definía la Geografía como la “Ciencia
del estudio de los fenómenos tanto naturales como sociales, considerados en su
distribución en la superficie terrestre, de sus causas y de sus relaciones”.
Para este estudio, los geógrafos han utilizado gran variedad de recursos, uno
de esos recursos es este mapa sobre el reparto de los climas terrestres.
Comentando
este mapa, nos encontramos ante un mapa corocromático, en el que aparecen
coloreadas con distinta tonalidad las diferentes regiones sin tener en cuenta
las divisiones políticas. Este mapa refleja la clasificación climática
biogeográfica de Wladimir Peter Köppen, geógrafo y climatólogo ruso. En dicho
mapa podemos observar los diferentes grupos climáticos mundiales, teniendo como
base la vegetación de cada región y añadiendo también las características
térmicas y pluviométricas. Analizando y atendiendo a las letras iniciales que
denominan a cada región podemos establecer lo siguiente: las zonas cuya letra
inicial es la A, se corresponden con bioclimas forestales tropicales que
engloba a los climas ecuatorial, tropical y monzónico, cuya característica
general es que presentan una temperatura media mensual superior a 18º. Con la
letra B aparecen los bioclimas no forestales áridos, es decir, los desiertos.
En cuanto a los climas B se caracterizan por la una elevada aridez y fuerte
oscilación térmica, y si atendemos a las temperaturas aparece una división: BW,
desértico, y BS, estepario. Dependiendo de la temperatura, los climas B llevan
asociadas las letras h, cálido, o k, frio. Con la letra C aparecen los
bioclimas forestales templados, caracterizados a nivel general por que la
temperatura mínima del mes más frio no desciende de -3º y la temperatura máxima
del mes más frio es igual o superior a 18 grados centígrados. Entre los bioclimas
C se incluyen el clima Chino (Cfa), Mediterráneo (Csa o Csb), Pampeano (Cwa o
Cwb), y el Oceánico (Cfb y Cfc). Con la letra D aparecen los bioclimas
forestales fríos, entre los que se incluyen el clima Continental (Df) y todas
sus variantes. Los climas E representan
los bioclimas no forestales de nieve o polares, que se dividen en ET si es
Tundra o en EF si es un clima de hielo perpetuo. Por último destacar la existencia
de los bioclimas H, que son aquellos que presentan unas características
térmicas similares a los bioclimas E solo que los H se dan en zonas montañosas
con una altitud mínima de mil quinientos metros.
Observando
el mapa podemos establecer el reparto de los diferentes bioclimas. Los
bioclimas tipo B se localizan en el Sáhara, Namibia, Gran Desierto Australiano,
México, Arabia, el litoral occidental del continente americano y el sur de
África. Los bioclimas templados C se desarrollan en zonas como la cuenca del
Mediterráneo, California, Australia, zonas de Argentina, China, zonas de
Sudáfrica, etc. Los bioclimas tropicales A se desarrollan en la zona
intertropical, desde los veintitrés grados norte y sur. Los climas D se
desarrollan en la zona septentrional de América y Europa. Los bioclimas E son
comunes del hemisferio norte, mientras que en el hemisferio sur aparecen casi
exclusivamente en la Antártida.
A
modo de comentario, decir que nos encontramos ante la clasificación climática
biogeográfica de Peter Köppen, clasificación que se basa en la vegetación pero
que añade la temperatura y la humedad al estudio climático. Esta clasificación
se establece en base a tres niveles: el primero, las letras iniciales; el
segundo nivel, que se corresponde con la segunda letra, depende de las
precipitaciones; y el tercer nivel, que se corresponde con la tercera letra,
depende de las temperaturas.
La
clasificación climática de Köppen no es la única, pero si la más usada o
conocida. Las clasificaciones climática existentes se pueden organizar en torno
a cuatro grupos: las biogeográficas como la de Köppen; las climáticas
propiamente dichas entre las que se encuentran la de Thornwaite basada en las
precipitaciones y evapotranspiración, la de Strahler basada en la situación de
los manantiales de masas de aire, frentes y centros de acción, o la de Flohn
basada en los movimientos de la atmósfera; la clasificación de la escuela
francesa se basa en el estudio del paisaje y establece una clasificación
climática de topónimos con climas como el bretón, portugués, etc; y las
clasificaciones morfoclimáticas que se fundamentan en la influencia del clima
sobre el modelado del relieve.
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