Fernand Braudel en su obra “La Historia y las
Ciencias Sociales” recoge que para él la Historia es la suma de todas las
historias posibles y de todos los puntos de vista de ayer, de hoy y de mañana.
El mapa histórico es una fuente de carácter
secundario, ya que ha sido elaborado por los historiadores en base a los datos
de los que disponían. En este caso, nos encontramos delante de un mapa
histórico de evolución, o diacrónico, referente a la expansión del Islam
teniendo como punto de origen Arabia. En dicho mapa aparecen diferentes
colores, flechas de diferentes colores y puntos referentes a diferentes ciudades
en referencia a los sucesos acontecidos desde la década de 620 – 630 hasta la
máxima expansión del Imperio.
Analizando el mapa ateniendo primero a las
diferentes tonalidades, nos encontramos una primera zona (verde oscuro), en
Arabia, referente a las conquistas del Islam antes de la muerte de Mahoma. La
siguiente tonalidad de verde, la más cercana a la anterior, hace referencia a
las conquistas realizadas durante el Califato Ortodoxo, esta zona abarca
territorio del norte de África, Imperio
Persa y del Imperio Bizantino. En verde pistacho, aparecen las conquistas
realizadas durante el Califato Omeya, que comienza con Muawiya y termina en el
año 750 d.C., sobre tierras del Valle del Indo, norte de África y Península
Ibérica. Por último aparecen en amarillo las conquistas del Califato Abasí, que
se reducen a Sicilia.
Las flechas tienen como punto de partida la ciudad
de Medina, desde donde Mahoma comienza su expansión tras la guerra contra
judíos y quraysies que le lleva de vuelta a La Meca. Las flechas de color rojo
marcan el sentido de la expansión de los primeros califas o califas ortodoxos,
completando la expansión por toda Arabia, Egipto y parte del Imperio Persa. Las
flechas en color verde hacen referencia al avance de la conquista durante el mandato
de los califas omeyas, llegando hasta la máxima expansión del Imperio. Las
flechas de color amarillo representa el avance realizado por los abasíes.
En cuanto a los puntos que aparecen en el mapa,
representan ciudades de gran importancia para el imperio como pueden ser
Medina, La Meca, El Cairo, Córdoba, Granada, Toledo, Damasco y Bagdad, entre
muchas otras.
A modo de comentario, Arabia era y es una región
desértica en la confluencia entre África y Asia. La Arabia preislámica
presentaba una economía y agricultura pobres basadas en el nomadismo,
destacando tribus como los beduinos. Su localización es un factor vital para
comprender la importancia de sus rutas comerciales y caravaneras, de ahí que
estas tribus estuviesen bajo el control del Imperio Bizantino y el Imperio
Persa. El comercio trajo la sedentarización y con ambos, la aparición de una
clase o grupo comerciante, al cual pertenecía la familia de Mahoma.
Mahoma es considerado el último profeta, cuyo
mensaje es similar al de Jesucristo, Abraham o Moisés. Tras los conflictos con
la clase comerciante en La Meca fue acusado de organizar disturbios, por lo que
fue expulsado de la ciudad. Marchó a Medina, episodio conocido como Hégira y
que marca el año 0 del calendario musulmán, y en esta ciudad escribió el Corán
como un código civil y libro santo. Tras una guerra contra judíos y quraysies
Mahoma vuelve a La Meca, donde organiza un estado tras la expulsión de los
judíos. En este momento comienza la expansión del Imperio.
El primero de los califas que se lanzó a la creación
de un Imperio fue Omar, sucesor de Abu Bakr. Las primeras acciones se
realizaron en contra de los dos grandes imperios cercanos, Impero Bizantino e
Imperio Persa. Las conquistas en ambos imperios se vieron favorecidas por
conflictos políticos y religiosos dentro de ambos imperios. En el caso
bizantino, los monofisistas veían más cercanos, religiosamente, a los
musulmanes que a los cristianos ortodoxos, lo que favoreció que en el año 640
ya estuviesen conquistados Siria y Palestina. En el caso persa los conflictos
entre mazdeistas y nestorianos facilitó la ocupación musulmana en medio de un
clima de anarquía.
Durante el Califato Omeya las conquistas tienen como
objetivo el control del Mediterráneo. Cartago y el norte de África pusieron
poca resistencia, en cambio Constantinopla resistió. En el año 711 Tarik,
lugarteniente de Muza, gobernador Omeya, cruza el estrecho que lleva su nombre
y en el año 713 se proclamó en Toledo la autoridad del califa Omeya. El avance
por Francia fue frenado por Carlos Martel en Poitiers. También en el año 711 se
inició la expansión por Asia Central y el Valle del Indo.
El Califato Abasí sufrió la desintegración del
imperio, pero también conquistó Sicilia, y enclaves en la costa de Córcega,
Cerdeña y Provenza.
Como conclusión, con este mapa asistimos a la
creación y evolución de uno de los más bastos imperios. Expansión que se
produce de manera vertiginosa pero cuya huella se mantiene aún hoy viva en el
mundo que conquistaron.
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