Os dejo por aquí un climograma o diagrama ombrotérmico comentado de Linares (Jaén).
Nos encontramos ante un climograma o diagrama
ombrotérmico donde aparecen representadas las temperaturas y las
precipitaciones en un doble eje de ordenadas, y los meses en los que se divide
el año en un eje de abscisas. Aparece también una línea roja que marca las
temperaturas medias registradas durante cada mes. Y una gráfica de barras o
histograma donde se refleja las precipitaciones mensuales.
En el eje de ordenadas derecho aparece una escala
con origen 0mm y fin 80mm, dividida de 20 en 20 en referencia a las
precipitaciones. En el eje de ordenadas izquierdo aparece la temperatura media
mensual, en tramos de 10 en 10 teniendo como origen 0º y como fin 40º.
Analizando dicho climograma, en referencia al
régimen térmico, la temperatura media anual es de 17º. Las temperaturas máximas
se desarrollan en los meses de junio, julio y agosto, comenzando su descenso en
el mes de septiembre pero manteniéndose una temperatura media mensual de más de
20º durante la estación estival. La temperatura más alta aparece en julio, con
algo menos de 30º; por el contrario, la temperatura más baja se da en enero,
con menos de 10º. La amplitud térmica es elevada, en torno a 19º, lo que
muestra características de continentalización. En cuanto al régimen
pluviométrico, la precipitación anual es
de 469 mm, dándose lo máximos en los meses de marzo y diciembre; y los mínimos
en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, coincidiendo con los meses
de máxima temperatura.
Atendiendo a la aridez, en base al Índice de
Martonne que mide la aridez a nivel general, obtenemos un resultado de 17, por
lo que, siguiendo la clasificación de dicho autor nos encontramos ante un
climograma de la zona semiárida mediterránea. Mensualmente, y siguiendo el
Índice de Gaussen, los meses que presentan aridez son junio, julio, agosto y
septiembre.
A modo de comentario se han de explicar las causas
que explican dicho climograma. Entre las causas que explican las
características de dicho clima es importante atender al balanceo de las altas
presiones subtropicales que afectan generalmente en los meses estivales; la
influencia ocasional del Frente Polar; la genética del mar Mediterráneo y el
efecto termorregulador del mismo; las ondulaciones de la Jet Stream que puede
producir embolsamientos de masas de aire que tienen como consecuencias las
altas precipitaciones en los meses de primavera y otoño; y por último, la
presencia de anticiclones de origen polar continental que limitan la llegada de
borrascas a la zona en los meses de invierno.
Los factores mencionados resultan en la existencia de una vegetación
característica de la región mediterránea entre la que encontramos el bosque
esclerófilo de perennifolias como encinas y coníferas, alternadas con especies
como alcornocales en las zonas con mayor pluviometría. En las zonas de
transición aparecen especies como el quejigo y el sotobosque está formado por
matorral de maquia sobre suelos silíceos y la garriga sobre suelos calizo.
En cuanto a los suelos, nos encontramos con una
región en la que predominan los litosuelos, rojos o pardos. Los ríos de la
región son irregulares y presentan un fuerte estiaje veraniego a causa de la
presencia del anticiclón de las Azores que impide la llegada de borrascas.
Comentarios
Publicar un comentario